

Hay que aceptar que no todos los vinos van a resultar del
agrado de quien los bebe. Es recomendable que, incluso cuando tomamos un mismo
vino, puedan aparecer sanas discrepancias entre Dionisos y yo a la hora de
valorarlo. Es saludable que, aún con una gran puntuación en cualquier escala,
guía o referente, un vino pueda resultarle a alguien más mediocre o menos
pasable. Ahí está el gusto de cada cual y una de las grandezas del vino; su
capacidad para inspirarnos de distinta manera a cada persona. Pero lo que no es
aceptable bajo ningún concepto es que intenten tomarle el pelo al buen bebedor
de vino. Y eso es lo que parecen pretender desde bodegas "Cepas de
Castilla", intentando colar este "vino" de nombre grandilocuente
"Enrique I", absolutamente desastroso y a la nada despreciable cantidad de 6 euros por
botella. Tengo probado vinos de menos de un euro mucho más sofisticados y
bebibles que este "crianza" 2010 de la D.O. Ribera del Duero.
Nos dice la etiqueta que se trata de un caldo elaborado con la variedad del
país, es decir Tempranillo, al 100% y no lo vamos a dudar, pero al contrario
que en etiquetado de otros vinos (cuyas notas de cata suelen ser más comedidas)
estos personajes tienen la desfachatez de ofrecernos una extensísima nota, tan
grandilocuente como el nombre de la criatura, y meridianamente falsa.
Yo a eso le llamo engaño. Insisto en que los bebedores de
vino podemos discrepar acerca de las sensaciones que nos transmite un caldo,
incluso percibir matices muy distintos, pero Enrique I, no resiste ni la más mínima
aproximación. Estupefacto me he quedado cuando, tras probarlo y comprobar que
se trata de un vino sin estructura, de gran intensidad alcohólica en nariz y
boca, sin cuerpo ni persistencia, sin elegancia alguna, sin fruta y sin nada, los
pájaros que lo han parido aseguran que "es intenso con aromas especiados a
vainilla, con tonos de cacao, torrefactos y hoja de tabaco". ¿Quéeeeeeeee?.
En absoluto. Nada más lejos de la
realidad. Su descripción en boca tampoco es baladí, dice: "En boca es
suave y aterciopelado, acompañado de un desarrollo equilibrado, de cuerpo y
estructura elegantes, con gusto fino y sutil..." y hasta aquí puedo leer,
porque lo demás es sonrojante. Huelga decir que nada de esa sutileza aparece ni
en boca ni en nariz. Es un vino malo, descuidado en su elaboración y que no
transmite buena sensación alguna, ni siquiera en su graduación. Ni mirarlo en
la estantería del hípermercado. Pasen de largo por favor, incluso es demasiado
caro y malo para usarlo en la cocina.
Puntuación de Baco:
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0,0000000 puntos!.
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ESCALA DE PUNTUACIONES
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0
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Infame. Para largarlo por el desagüe del fregadero.
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1
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Mejor en el guiso.
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2
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Se bebe pero no vale lo que cuesta.
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3
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Aceptable relación calidad-precio
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4
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Un vino agradable y correcto.
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5
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Me gusta, me gusta, me gusta.
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6
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Orgásmico.
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7
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