Estrenar una nueva sección del blog siempre es un reto. En
este caso, tan solo pretetendemos acercaros un poco de historia y algunas anécdotas
referentes a nuestra gran pasión común que es el vino.
Para inaugurar esta sección “cajón de sastre”, creemos
que no hay nada mejor que desgranar una de nuestras más emblemátias historias
referentes al vino y además desconocidas para el gran público (desgraciádamente
esto es España, si fuese Francia, por ejemplo, todo e mundo la conocería), que
es la historia del que , ni más ni menos, fue el vino más deseado y afamado de
las cortes europeas durante varios siglos desde el XV en adelante; el Fondillón
de Alicante.
Así que pensemos en el vino más cotizado del mundo,
estamos entre los siglos XV,XVI hasta el XIX. Pensemos en el más valorado
por las cortes reales europeas; el autentico “vino de reyes”de europa durante
cientos de años. Ahora pongámosle una bandera. No lo adivinarán, pero esa bandera
es la rojigualda de España y ese vino no es ningún “Chateau”, ni siquiera un Rioja o Ribera del Duero patrios. Ese vino
procede de la tierra de Alicante. Ese vino del que hablamos es el fondillón.
Y… ¿qué es un fondillón?. Pues ni más ni menos que una
variedad de vino dulce y añejo elaborado en la tierra de alicante con la variedad
de uva monastrell, con una alta graduación alcohólica (más de 18º) y que por su
gran capacidad de conservación, su inigualable sabor y sus cualidades oxidativas,
se convirtió en el gran vino de la época (su fama llegó hasta el entonces lejanísimo oriente) y en uno de los “vinos de lujo” (sólo
hay cinco), reconocidos actualmente y protegidos por la Unión Europea.
Su desafortunado eclipse se produjo a lo largo del siglo XIX y principio delXX, durante una gran epidemia de
filoxera que a punto estuvo de perderlo definitivamente, pero gracia a las
bodegas de Primitivo Quiles primero y a otras que a posteriori emprendieron la tarea de resucitarlo, se está recuperendo y ya está recuperando su
prestigio perdido. Tiempo al tiempo.