Hablar de los vinos de Marqués de Cáceres es hacerlo de un clásico entre los clásicos. Particularmente, debí de beber mi primera copa de un crianza de esta bodega hace más de veinte años y guardo, por supuesto, una buena impresión de dicha experiencia. Cuando uno se planta delante de las estanterías de vinos de los establecimientos de distribución y no sabe qué comprar o no le convence ninguna propuesta novedosa la mejor opción es recurrir a un clásico, y eso fue lo que me sucedió hace unos días cuando elegí acompañar la cena con este reserva de 2009, elaborado a base Tempranillo, Garnacha y Graciano, con un grado alcohólico de 13,5. Como suele suceder con estos vinos, no me equivoqué.
No es un vino de precio desorbitado, creo que en este sentido, la bodega suele ofrecer una óptima relación calidad-precio y una botella de Cáceres reserva no debe de pasar de los 13 euros. Su etiquetado y presentación son formales, como el contenido de la botella y ofrecen una correcta información sobre el caldo que nos vamos a beber.
En copa, si hay algo que siempre me ha encantado de los vinos de Marqués de Cáceres es su color, en este caso un rubí brillante, muy limpio y con ribete anaranjado. En nariz es de intensidad media, pero complejo en matices, fruta madura con tostados y algo de especias nos adornan el olfato de un vino que en boca es donde más sorprende por su correcto ensamblaje, su frutosidad con matices de dulzor y por su agradable nivel de acidez, que lo convierten en un vino apto para cualquier ocasión. Respecto al maridaje, va de cine con un estofado de carne a la manera "bourguignon".
Puntuación de Baco:
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5 puntos.
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ESCALA DE PUNTUACIONES
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0
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Infame. Para largarlo por el desagüe del fregadero.
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1
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Mejor en el guiso.
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2
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Se bebe pero no vale lo que cuesta.
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3
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Aceptable relación calidad-precio
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4
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Un vino agradable y correcto.
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5
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Un buen vino.
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6
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Me gusta, me gusta, me gusta.
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7
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Orgásmico.
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8
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