Fue a principios de los 90, cuando empezaba a disfrutar del vino, que conocí los vinos de Bodegas Protos. Fue un amor a primera vista y sus crianzas, reservas y grandes reservas se convirtieron en unas de mis musas hechas vino de la ribera del duero, junto con los enormes tintos de Pesquera, por supuesto. Siempre que surgía la oportunidad... un Protos. Con el tiempo me fui enamorando de otros vinos y, aunque Protos siempre estuvo ahí, es cierto que no lo he disfrutado con tanta asiduidad. Tampoco ayudó la decepcionante experiencia con su vino roble, el joven de 2013 que degusté hace unos meses y que no me invitó a repetir con otro vino de la bodega. Hasta ahora.
Este crianza 2011 mantiene la esencia de la clase de vino que me enamoró antaño. Un gran vino. Elaborado 100% con tinta del país, resulta un vino de unos potentes 15º de volumen alcohólico y su precio que, según el establecimiento, ronda los 13-14 euros por botella.
En copa nos ofrece un color cereza, muy brillante y limpio con ribete rosáceo. En nariz es potente, de gran intensidad, fruta negra y notas de crianza que aportan un matiz a clavo y torrefactos. En boca se muestra intratable, con cuerpo, de buena persistencia y un delicioso matiz a licor que encandila. Un vino para repetir. Tendré que darles unos repasos a sus hermanos mayores. En cuanto pueda.
Etiquetado clásico de la bodega en color papel envejecido, rojo y oro. Se actualizan las fuentes pero el formato se mantiene. Delicioso.
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Puntuación de Baco:
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6 puntazos.
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ESCALA DE PUNTUACIONES
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0
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Infame. Para largarlo por el desagüe del fregadero.
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1
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Mejor en el guiso.
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2
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Se bebe pero no vale lo que cuesta.
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3
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Aceptable relación calidad-precio
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4
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Un vino agradable y correcto.
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5
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Un buen vino.
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6
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Me gusta, me gusta, me gusta.
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7
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Orgásmico.
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8
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