
Es un ultra low cost, menos de 3 euros por botella y habrá quién se pregunte que qué espero por ese dinero, pero créanme que en esa gama de precios podemos encontrar vinos perfectamente bebibles y apetitosos de los que ya hablaremos en próximos hilos. Este no se acerca ni a bebible y mucho menos a apetitoso.
Siendo justos tampoco es vomitivo, pero lo más parecido habría que buscarlo ya en calidad tetrabrick.
Tiene un color rojo indeterminado, bastante opaco, que no resulta demasiado atractivo. Nada más acercar la nariz ya percibimos el alcohol como matiz dominante y ya nos damos cuenta de que no vamos a acabar ni siquiera la copa. Al primer trago su absoluta carestía de estructura, cuerpo, matices y persistencia nos invitan directamente a verterlo directamente por el fregadero. Nada hay en él que se pueda salvar. Una pena. Lo único bueno; que me "obligó" a abrir lo que vendrá en el próximo post y que disfruté como un enano... próximamente lo descubriréis. Para tratar del Cuesta del aire ya no merece la pena ni malgastar una sola pulsación de teclado más...
Puntuación de Baco:
1 lamentable punto.
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Puntuación de Dionisos:
Escala de puntuaciones:
1
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Para largarlo por el desagüe del fregadero
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2
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Mejor en el guiso.
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3
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Se bebe, pero no vale lo que cuesta.
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4
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Un vino agradable y correcto.
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5
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Me gusta, me gusta, me gusta.
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6
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Orgásmico.
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