Pago de los Capellanes, todo un vinazo de la ribera del duero burgalesa, así de claro. Hace ya algunos años que lo conozco y nunca me ha decepcionado. En este caso os acercamos el crianza de 2010. Un vino de 13,5º de volumen de alcohol, elaborado 100% a base de tinto fino y criado 12 meses en barrica de roble francés.
A pesar de la recomendación en etiqueta de decantarlo una hora antes del consumo, opté por saltarme ese paso y serví directamente. No me equivoqué, el resultado fue óptimo.
Es de color rubí opaco, con reflejos brillantes y ribete cardenalicio. En nariz es moderadamente intenso, equilibrado, con matices de frutos negros y especias que al gusto se refuerzan con toques de madera y una buena persistencia. Tiene un punto ácido justo y un tanino levemente astringente. El resultado global es muy armonioso y llega a enamorar. Aunque pudiese parecer caro, ya que su precio ronda los 18-19 euros por botella, no lo es ya que la calidad que atesora hay que pagarla. En mi opinión vale cada uno de los euros que cuesta.
Presentación clásica y elegante, como el vino, con adecuada información en etiqueta. No se le pueden poner peros. Uno de mis crianzas favoritos.
Puntuación de Baco:
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Entre 5 y 6 puntos... 5,5
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ESCALA DE PUNTUACIONES
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0
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Infame. Para largarlo por el desagüe del fregadero.
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1
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Mejor en el guiso.
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2
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Se bebe pero no vale lo que cuesta.
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3
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Aceptable relación calidad-precio
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4
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Un vino agradable y correcto.
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5
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Me gusta, me gusta, me gusta.
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6
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Orgásmico.
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7
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Néctar de Dioses.
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