•Aunque en el ámbito mitológico, Baco y Dionisos son dos retratos de una misma realidad (ambos representan en esencia a la misma divinidad clásica, perteneciendo Baco al panteón romano y Dionisos al griego), este blog se articula en torno a la opinión de dos realidades diferenciadas; la de un asimilado Baco, que suscribe la presente y encarnado en la figura de Rubén Parcero, y la de un audaz Dionisos que, aunque todavía sigue algo bebido allá por el monte Olimpo, se incardina en la persona de Puli Cores, resultando éste toda una autoridad práctica en la degustación de incontables caldos de diversos orígenes y denominaciones.
•Nuestro blog nace como una necesidad comunicativa necesaria, directa y popular, de la realidad cotidiana del vino. Desmitificándola. Desnudándola de toda impregnación elitista e irreal. Desvinculada de un establishment, en nuestra opinión, trasnochado y soberbio; compuesto de legiones de "expertos" sumilleres, catadores y demás supuestos especialistas fetichistas de terminologías apabullantes e ininteligibles que usan sin escrúpulo alguno (con entendimiento o no, eso es lo de menos) para amparar su supuesta profesionalidad y que, al final, en nada ayudan al consumidor último a forjarse una realidad más o menos verídica de las sensaciones y sabores que les va a transmitir la copa de vino que tienen delante de sus narices, y que contribuyan a resolver una cuestión fundamental, que no es en absoluto baladí, y que constituye la madre de todas las preguntas; ¿me gustará o no me gustará este vino?. Casi nada.
•Es por ello que vamos a prescindir, en la medida de lo posible, de adjetivos grandilocuentes y de tecnicismos innecesarios en nuestras valoraciones personales. No somos tan insolentes como para pretender hacer de nuestra opinión un dogma de fe, pero en la medida en que nuestra opinión ayude a cualquier persona, amante, interesado o primer bebedor, a elegir para su satisfacción un vino adecuado y gustoso... habremos obtenido para nuestro amado vino una gran victoria.
•Nuestro blog nace como una necesidad comunicativa necesaria, directa y popular, de la realidad cotidiana del vino. Desmitificándola. Desnudándola de toda impregnación elitista e irreal. Desvinculada de un establishment, en nuestra opinión, trasnochado y soberbio; compuesto de legiones de "expertos" sumilleres, catadores y demás supuestos especialistas fetichistas de terminologías apabullantes e ininteligibles que usan sin escrúpulo alguno (con entendimiento o no, eso es lo de menos) para amparar su supuesta profesionalidad y que, al final, en nada ayudan al consumidor último a forjarse una realidad más o menos verídica de las sensaciones y sabores que les va a transmitir la copa de vino que tienen delante de sus narices, y que contribuyan a resolver una cuestión fundamental, que no es en absoluto baladí, y que constituye la madre de todas las preguntas; ¿me gustará o no me gustará este vino?. Casi nada.
•Es por ello que vamos a prescindir, en la medida de lo posible, de adjetivos grandilocuentes y de tecnicismos innecesarios en nuestras valoraciones personales. No somos tan insolentes como para pretender hacer de nuestra opinión un dogma de fe, pero en la medida en que nuestra opinión ayude a cualquier persona, amante, interesado o primer bebedor, a elegir para su satisfacción un vino adecuado y gustoso... habremos obtenido para nuestro amado vino una gran victoria.
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